- Universidad Santo Tomás se interioriza en materias de Bioseguridad.
- La actividad se enmarca en cumplimiento a las disposiciones existentes en la Ley N.° 21.250 que implementa la Convención de Armas Biológicas y Toxínicas en nuestro país.
Con el propósito de seguir manteniendo una estrecha vinculación con la comunidad universitaria de nuestro país y dar a conocer materias de Bioseguridad, la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN), Autoridad Nacional para la Convención Internacional de Prohibición de Armas Biológicas y Toxínicas, expuso ante docentes e investigadores de posgrado en ciencias biológicas, biomédicas, biotecnológicas y otras afines de la Universidad Santo Tomás (USTO) sobre Alcances e impactos en la docencia e investigación biológica».
La actividad organizada a través de la Dirección de Investigación Aplicada e Innovación de esa Alta Casa de Estudios, representada por los Doctores Rodrigo Cevallos y Luis Cottet, estuvo a cargo del Departamento de Convenciones y Regímenes de Control Internacional (DECON).
En la oportunidad se expuso respecto a los propósitos, alcances y materias reguladas por la normativa legal vigente en esta área, con especial énfasis en las áreas prácticas de interés relacionadas a la docencia, investigación y desarrollo en ciencias biológicas y biotecnológicas sujetas a control y supervigilancia.
En complemento, se desarrollaron las ideas rectoras de bioseguridad en investigaciones de especial interés, como aquellas relacionadas al principio de «ganancia de función» y cómo el desbalance entre desarrollo y ética pueden condicionar un potencial uso destructivo de la investigación.
Por otra parte, se exploraron los potenciales impactos del Reglamento Complementario de la Ley, actualmente en revisión por la Contraloría General de la República (CGR) y los eventuales cursos de acción que puedan requerirse para potenciar una cultura de bioseguridad, donde la educación precoz de los futuros investigadores es clave para propender a un desarrollo benigno de las ciencias, incluyendo aproximaciones de aprendizaje activo, la incorporación de códigos de conducta como los delineados en el Código de Bioriesgo de Singapur y el Código de Tianjin, la propuesta de plataformas de aprendizaje flexibles y sostenibles para crear un currículum de apoyo en Bioseguridad y Biocustodia, todo dentro de las acciones de liderazgo, acción integrada y de autodiagnóstico que las organizaciones deben llevar adelante para el logro del estado final deseado.
En base a la experiencia de países donde la normativa se encuentra en plena implementación y ante noticias desde fuentes abiertas, se discutió respecto a la metodología de evaluación en bioriesgo, su dinámica y las preguntas que guían el control actual en investigaciones relacionadas a patologías zoonóticas, organismos modificados genéticamente y al control de exportaciones e importaciones de bienes biológicos, y la importancia de incorporar el uso de tecnología de cifrado de datos y de la matriz de Cieslak como una herramienta que permita monitorear parámetros de investigaciones y agentes biológicos en escenarios de potencial uso dual. Todo lo anterior, mediante propuestas generales de solución para revisar y actualizar las capacidades existentes en bioseguridad, establecer una estrategia nacional de bioseguridad a través de la evaluación de los programas y diseñar de hojas de ruta para la mejora a largo plazo.
Estas actividades de cooperación mutua entre la DGMN y la comunidad universitaria buscan establecer puentes de ayuda técnica permanente, remarcando el impacto de la acción eficiente en los principios de Bioseguridad y Biocontención emanados de la ley, teniendo como único fin el uso pacífico de los bienes biológicos, evitar la proliferación y, por consiguiente, reforzar la protección de la población desde la base de la educación y del bien hacer.