En dependencias de la Academia Politécnica Naval (APN) de la Armada de Chile, la brigada de incendios de la DGMN, recibió la instrucción requerida para combatir un eventual incendio.
La Escuela de Incendios dependiente Academia Politécnica Naval, de la Armada de Chile, tiene como propósito principal, instruir y capacitar a todo su personal en el combate de incendios, en lugares confinados, como lo es un buque. En caso de ocurrir un siniestro, son ellos los que deben controlar la emergencia a bordo.
Conociendo el trabajo realizado por la Escuela de Incendios en estas materias, se propuso al Director de la DGMN, General de Brigada Luis Rojas Edwards, la capacitación para la brigada de incendios de la DGMN, que está compuesta por los funcionarios de las ramas de las Fuerzas Armadas (Ejército – Armada – Fuerza Aérea de Chile). El gestor principal de este proceso fue el Prevencionista de Riesgos, Jorge Cifuentes, quien coordinó esta capacitación.
Al llegar a la APN, los instructores, al rojo vivo, recibieron a los brigadistas, quienes fueron instruidos con temas de prevención, tipos de fuegos, elementos utilizados para la protección y extinción de incendios. Finalizada teoría pasaron a equiparse con los elementos que les permitirían pasar la prueba de fuego.
Tras subir una pendiente, en mitad del cerro, los brigadistas de la DGMN se enfrentaron a una de las primeras tareas de la jornada… un edificio negro, pintado con brochas de calor y humo, con compuertas que más tarde serían cerradas para vivir un confinamiento real (todo bajo estrictas normas de seguridad), pero antes de eso, pusieron en práctica cada una de las enseñanzas recibidas en el aula, donde los alumnos a viva voz, y a todo pulmón gritaron la alerta de una emergencia, y con ello, se accionaron las medidas de amago del foco de incendio, logrando controlar la situación.
Al terminar este ejercicio, en el que cada uno de los alumnos -brigadistas estuvo bajo la atenta mirada y guía de los instructores, llegó la hora de entrar a la temida “Caja Negra”…lentamente fueron ingresando, tras “el vamos” e indicaciones de los instructores… tras unos minutos se alzaron las llamas, el calor y humo anularon la visibilidad… Finalmente, en forma ordenada tal como se había instruido, los alumnos fueron saliendo del confinamiento sanos y salvos, con la experiencia a fuego vivo, de ahora saber cómo actuar y apoyar a todos los que pudieran requerir de ellos en la Dirección General.
Al culminar el ejercicio, los instructores demostraron su expertiz al combatir con agua el ataque del fuego en una embarcación.
Posteriormente, los ya capacitados brigadistas con la cara tiznada, cansados pero satisfechos por la capacitación recibida, regresaron a la DGMN, para poder enseñar a sus camaradas lo aprendido.